LAICADO

Potencial inexplotado.

Póngase en marcha a los laicos, y se desencadenará un potencial de fuerzas que transformará el mundo. Son las eternas fuerzas que Cristo trae a la tierra. Están remansadas, pero dispuestas a inundar en cuanto se levante la compuerta. Enormes energías bloqueadas que hay que descongelar. Aquí está la colosal e inaplazable tarea de sacerdotes, religiosos y seglares que, dándose cuenta del ateísmo que envuelve al mundo, quieren secundar las consignas pontificias y hacer eficaz un Concilio ecuménico, desencadenando un potencial inexplotado.
Un potencial insospechado, pero, por desgracia, casi totalmente inédito. Sin el lanzamiento del laicado, la Iglesia se encuentra bloqueada de pies y manos ante el mundo moderno. Confinada en el templo o en la sacristía, recluida en claustros o monasterios, es incapaz de cumplir su obra salvadora si los bautizados olvidan «la gran vocación cristiana que han recibido, y caen en el sopor o retornan a sus hábitos temporales, y se enfangan en los intereses inmediatos de la vida material».
Movilización universal en anchura y profundidad de todos los laicos bautizados. Mar sin riberas, horizontes dilatados, casi infinitos. Nadie puede permanecer al margen, y menos la juventud que irrumpe en la vida con ansias renovadoras. Padres, maestros, educadores, profesionales, sacerdotes, son los principales y más inmediatos responsables. No pueden limitarse ellos a ponerse en marcha. Deber primordial suyo es impulsar en los jóvenes, ya desde la niñez, a esta movilización misionera del laicado a escala mundial.


(Hora de los laicos. P. Tomás Morales, S.J.)



II Encuentro Laicos en Marcha.

I Encuentro Laicos en Marcha.

Recuerdo del I Encuentro Laicos en Marcha…



Para saber más:

http://www.laicosenmarcha.com

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